Hoy, un año y un mes después de la ruptura definitiva, puedo decir con seguridad y firmeza que fui gamba y me comieron la cabeza y todo lo demás.En mi memoria guardo un vago recuerdo de lo que sentí por aquellos días. En muchas ocasiones no me daba cuenta de que andaba decapitada o rechupada. La sensación era como el despertar de una anestesia: estás consciente, pero no recuerdas nada en absoluto de la operación.

Como ya me tienes, ya no me pelas las gambas
ISBN: 9788417257934
$24.000
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