Dentro de la Bienal Fotonoviembre 2013, pretende contar cómo el retrato condensa la historia de la fotografía: la evolución del medio, las posibilidades de introspección psicológica de cada tiempo; de sus usos sociales, pero también del modo en que la fotografía influye en la realidad para poco a poco convertirla, de antemano, en una experiencia por la imagen. Por último, y no menos clave, el retrato es el archivo de la memoria, la posibilidad más perentoria de salvaguardar la existencia.
Es el género primordial a la hora de satisfacer paulatinamente las ansias de representación en los flujos informativos e históricos de la humanidad contemporánea. El retrato es entonces un marco de legibilidad o un vector de significación sobre múltiples formas de analizar el mundo contemporáneo.